“Mis nietos todos los domingos venían a almorzar a mi casa. El sábado anterior al hecho mi hijo me dijo que no se podía comunicar con los chicos porque lo habían bloqueado. Él quería ver a sus hijos para poder acompañarlos, porque se había muerto su abuela (materna)”, explicó llorando María Cristina Gaudioso de Allori, la madre del médico Luis Federico Allori, que está siendo enjuiciado por un caso de violencia de género.
Según la acusación, el 12 de febrero, durante una discusión, Allori tomó de la nuca a su ex esposa, la médica S.L, y comenzó a golpearle la cabeza contra una pared hasta desmayarla. La hija de ambos reaccionó arrojándole un vaso a su padre y lo hirió en la cabeza; luego el hombre tomó uno de los vidrios del recipiente roto y le provocó un corte en la mano a la adolescente, de 14 años.
En la audiencia de ayer finalizó la ronda de testigos y se realizó el control de las pruebas. Se espera que el lunes comiencen los alegatos y que el martes el juez Eduardo González dicte una sentencia. A lo largo del debate testificaron varios peritos, psiquiatras, médicos y trabajadores sociales que expusieron sobre los estudios realizados a las víctimas y al imputado. También se escuchó la grabación del testimonio clave que brindó H., la hija de los médicos, en una cámara Gesell. Los últimos en declarar fueron los allegados al imputado y los peritos de la defensa.
Testigos de la defensa
La madre del imputado lamentó la mediatización que tuvo el caso y dio a entender que, si bien mantiene buena relación con sus nietos, ya no los ve tan seguido. “Antes los veía todos los domingos. Íbamos al shopping a tomar el té y nunca tuve problemas con los chicos, la relación es excelente”, indicó.
Por otro lado, la mujer, bioquímica jubilada, se permitió opinar sobre el informe toxicológico que le realizaron a su hijo luego de que fuera detenido. El auxiliar fiscal, Álvaro Litovic, le consultó si su hijo había sido internado alguna vez por adicciones. “No, mi hijo sufre desde hace mucho violencia familiar. Lo internaron porque ya estaba muy mal con esa situación”, aseguró Gaudioso.
También le consultaron sobre lo que sabía del hecho. Comenzó hablando de que días antes había hablado con Allori y el médico le había contado que no podía contactar a sus hijos. “No quiero entrar en detalles sobre las discusiones que ellos tenían, nunca me metí en eso. Solo puedo decir que tengo 70 años y que yo me equivoqué, le quise responder un mensaje a mi hijo y se lo envié a S., ella lo vio y se molestó”, indicó.
“Ese día fui a buscar a mi hijo a la comisaría, estaba muy enojada con lo que me habían contado. Federico sabe bien que cuando hace algo mal soy la primera en reclamarle, nunca lo apañé; pero ese día mi hijo me contó algo muy distinto sobre cómo se dieron las cosas”, explicó la mujer, que sostuvo que Allori le dio a entender que no tuvo la culpa del golpe que sufrió la víctima contra la pared.
Por último, los defensores Marcelo Cisneros y Roberto Vicic llamaron a declarar a la actual pareja del acusado, que explicó que los celulares ayudaron a mejorar la relación de Allori con sus hijos. La Fiscalía le consultó si sabía si el imputado había hecho un tratamiento por consumos problemáticos. “No, yo sé que hacía un tratamiento con antidepresivos, pero no era constante”, concluyó.
Puntos claves
El 12 de febrero el traumatólogo Luis Federico Allori se presentó en la casa de su ex esposa, la médica S.L, y se desencadenó un hecho de violencia.
Según la acusación, durante una discusión, Allori tomó de la nuca a la madre de sus hijos y comenzó a golpearle la cabeza contra la pared hasta desmayarla.
La hija de 14 años de los médicos le arrojó un vaso a su padre y lo hirió en la cabeza. Luego, con uno de los vidrios, el hombre habría lastimado a la adolescente.
El tío de la menor y algunos vecinos intervinieron para ayudar a detener la situación. S.L debió ser operada y necesitó más de un mes para poder volver a trabajar.